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viernes, 15 de junio de 2012

ELLA TOMÓ UN TREN, VELOZ




Ella tomó un tren, veloz,
en los andenes bañados de ayer, huyó
hacia las las ciudades y los rascacielos que vio
fueron suficientes para comprender que ya no
se puede huír de esa forma tan cruel y tan vil, que no
puede uno ir por la vida así, sin sentir que ya
se ha perdido todo en una batalla letal
en la que los sueños y el amor son una bandera
en la que el odio y el rencor son la cusa de guerra
y que para vivir primero hay que dormir
y que al estar despierto hay que soñar y viajar
hacia el universo inmenso, azul oscuro, y mirar
todo un horizonte de luz que creímos dejar atras
cuando por buscar un sueño tomamos un tren
y decidimos nunca volver
(A escapar)
y ella no volverá por aquí.
Ella no está más aquí.
Y ella no volverá por aquí.
Se ha ido, se ha marchado,
a un lugar recóndito, lejano
donde no existen principio ni  fin.
Fin.

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