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viernes, 12 de agosto de 2011

OSCURO, COMO LA NOCHE


Hago cuenta de todo. Miro a mi alrededor, por todas partes, y me doy cuenta de que no me queda ya ni un solo amigo. Creo que nunca lo he tenido.

¿Qué es lo que me afecta? ¿Por qué me afecta? Hay en la vida tantos motivos para aguardar, esperar, y al mismo tiempo tantas razones para desesperarse. Y a veces esas razones son los propios motivos. Eso que hemos hecho esperar tanto es lo que nos hace estallar con desespero.

A veces pasa que el holocausto llega a nuestras vidas cuando menos lo esperamos. Cuando estamos seguros de que las cosas marchan bien, de que así seguirán y que la vida en ciudades tan lejanas y pequeñas como esta, es mucho más lenta que las manecillas de un reloj.

Me siento tan solo aquí y a donde quiera que vaya… Aunque muchos aseguran que temen a la soledad yo voy de la mano con ella y aún no me puedo acostumbrar. Hay días en los que me doy cuenta que sigo hablando solo, en mi mundo, acerca de cosas que solo forman parte en ese mundo que me he construido y por el cuál vivo más en ficción que en la realidad, que es mucho más caótica y a la cuál tampoco termino de acostumbrarme.

Tengo unas ganas inmensas de irme hoy, pero me pregunto a donde, con quién y a qué… Y por las mismas razones no encuentro razón para quedarme. Mi mente es un nido de confusiones que se está volviendo una red, una telaraña monstruosa de miedos y sin sabores. He desperdiciado mi vida, he desperdiciado mi tiempo, al menos en la vida real. En mi mundo he hecho demasiadas cosas grandes, insólitas, pero que solamente en él cuentan, no en el de alguien más. Las ganas de morir han vuelto… Las ganas de escapar… Las ganas de abandonarlo todo si a final de cuenta con mi pasado ya he limado asperezas, he hecho las paces… Quiero llorar… Quiero gritar… Quiero correr… Quiero escapar. Y me consuelan mis propios consejos: HAY QUE IRSE SIN TEMOR A PERDER… HAY QUE MARCHARSE DISPUESTO A GANAR… QUE EL MOMENTO MÁS OSCURO DE LA NOCHE ES CUANDO YA VA A AMANECER… Solo… Porque al mirar a todas partes no tengo a nadie. Estoy completamente solo.