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sábado, 19 de noviembre de 2011

AMARGURA

Hace unos días, cuando Karla Jalife me dijo que me notaba muy amargoso en el trato, me reí mucho e hice chistes sobre ello. Lo extraño fue que al paso de los días, mucho más gente me ha dicho, en múltiples ocasiones, que me notan enfadado, amargado... Y hace unos minutos acabo de darme cuenta de que sí. Estoy comenzando a amargarme.

¿Qué es lo que ha causado mi amargura? ¿Cuando comencé a perder el interés por lo que los demás llaman entretenerse o divertirse?

Pienso mucho en las cosas que me han llevado a la amargura y muchas son frustraciones, como no tener amigos solteros cerca, con los cuales compartir las cosas que realmente me importan e ilusionan. Pienso demasiado en lo que no pudo ser, lo que pudo haber sido, lo que dejé ir y ya nunca más podré recuperar... Casi todas las personas me resultan aburridas, me causan tristeza y ganas de llorar al analizarlas y darme cuenta de que están vacías, casi muertas. Que aunque están vivas llevan una vida inerte... ¿Será inerte mi vida? ¿Será que mi amargura se debe a tanto encierro? No lo se... pero allá afuera, fuera de casa, de mi propio mundo, todo se me hace hueco, como una enorme mancha negra que no tiene principio ni fin. nada me motiva, nada me ilusiona, nada me causa gracia ni tiene algún valor para mi...
Pienso en lo que me haría feliz y Pepe viene a mi mente... Quisiera vivir con alguien, para ese alguien, hacer uan vida juntos, salir a caminar los domingos y pasear al perro, cocinarle, alegrarle en sus momentos tristes, abrazarlo, cocinarle, ver la tv juntos en la cama, comiendo pizza, reírnos juntos... Cosas tan monótonas e insignificantes para muchos pero tan significativas e increíbles para mí...

Quizás no estoy amargado. Quizás solamente me he cansado del mundo y de las cosas comunes de éste. De las fiestas con gente que solo habla de frivolidades, de sus borracheras, de sus vidas de recién casados, de sus parrandas, andanzas y metas estúpidas que no los hacen ni mejores personas ni mejores seres humanos. Mi estado es otro. Es una amargura por no tener un presente diferente, en una ciudad diferente, de un mundo diferente. Una amargura que tal vez solo sea consecuencia de mi hastío por todo lo que me rodea y la mayoría de quienes me rodean. Estoy cansado de muchas personas, de sus maneras de pensar, de comportarse, de sentir, de divertirse.... No quiero más ese tipo de personas en mi vida y menos si están envueltas de vicios que ahora me desagradan.

No tolero que el ambiente huela a cigarro. Mi organismo ya no resiste las consecuencias del tabaco en él. El solo olerlo me produce un dolor inmenso en el pecho y la garganta se me irrita facilmente. ¿Porqué la gente no puede entenderlo? ¿Porqué les es tan dificil hacer conciencia de que lo que a ellos les mata por gusto, a otros nos asesina lentamente sin quererlo?

Nunca me ha gustado el alcohol. Antes quizás lo tomaba para perderme, por seguir a los demás y llegar al mismo estado, pero lo cierto es que el sabor de todos los licores siempre me ha causado ganas de vomitar, principalmente el Whiskey y el Tequila...

Quiero aire puro, agua, tranquilidad y un hombre que me haga entender que las minundencias de la vida son el máximo extasis, que esos momentos que se comparten con quien se ama son los más maravillosos de la vida. Alguien que me enseñe a amar lo que realmente vale la pena en el mundo. Quiero estar con alguien que aún me maraville, me sorprenda, me enseñe... Alguien que me haga sentir que aún hay mucho por conocer y no que me aburra con lo mismo de siempre. Alguien con quien llorar y reír... Alguien que se vuelva mi todo por ser lo que siempre soñé.

No estoy amargado.
No estoy deprimido.
Solamente todo y todos se me hacen pequeños, chiquititos...y sufro porque aunque los quiero, siento que no valen la pena.

jueves, 3 de noviembre de 2011

EL NEGRO RÍO


¿Qué es todo éste tormento?
¿Qué es todo éste dolor?
¿Porqué es tan amargo el sabor
de todo mi descontento?
Quizás solo me alimento
de inercia, sueño y vacío.
En mí habita el dulce hastío
de saberme en la incongruencia
de una cumbre de demencia,
en la profundidad del negro río.

martes, 1 de noviembre de 2011

TODAS LAS FLORES ALGUN DIA SE MARCHITAN


Todas las flores un día se marchitan;
nacen como semilla, echan raíz,
se llenan de hojas verdes sus tallos
y de empundorosos aromas sus pétalos.

Todas las flores un día se marchitan
a pesar de la lluvia y el viento,
a pesar de nacer en el bosque,
a pesar de embellecer prados y campos,
y como esos campos, como esos bosques,
son nuestras efímeras vidas.
Son nuestros cuerpos tallos
y pétalos nuestros rostros.
Somos todos, en sí, solo flores.

Todas las flores un día se marchitan
y, como ellas,
nosotros también nos secamos.