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sábado, 24 de marzo de 2012

GRACIAS


Frutos somos todos.
Raíces que a veces se logran, en veces raíces huecas.
Frutos somos todos,
aunque unos se pudran aún antes de lograrse.
Frustos que vienen de la tierra,
tierra que es origen,
origen que vive corriendo en nuestra sangre.

En la ciudad en la que vivo, aún es costumbre ir los viernes y los sábados a los mercados locales en los que indígenas y gente de regiones y comunidades cercanas vienen a vender sus productos de barro, madera, frutas, legumbres, plantas, yerbas, flores y artesanías. Generalmente hay gente caminando en los pasillos ofreciendo sus productos con insistencia a la gente que ni siquiera voltea a mirarlos y con enfado responden siempre NO. Hoy he notado que a mí jamás me insisten como a la demás gente y descubrí que el secreto está en voltear a mirarles y con amabilidad decir No, gracias. Alguien me preguntó porqué les digo gracias si solo molestan, pero creo que que en la vida todo se agradece, incluso a las personas que se gastan un diminuto tiempo de su vida en ofrecerte los ajos, los nopales, las bolsas, los chiles, las palas de madera, que todo el día tratan de vender recibiendo de mala gana muchos NO como respuesta para venderlos por unos cuantos pesos y poderse comer un plato de arroz, frijoles... Gente que vive del cultivo de la tierra que, ricos o pobres, a todos nos vio nacer