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lunes, 28 de enero de 2013

DEL AMOR QUE POR TI SIENTO, SALVADOR



Del amor que por ti siento, Salvador,
confiésome enteramente culpable.
Víctima fui de la inimaginable
tentación que ahora aprisiona a mi fulgor.

Es amarte el arrojarse a abrasador
infierno que consume lo inefable,
volviéndote ese sueño inalcanzable
que lento apaga la llama de mi amor.

Mas si tortura en locura es el precio,
acúsame hoy, emoción que, desalmada,
culpádome has a través de su silencio,

arrojándome al abismo de la nada
en la que trazo cual moldura en lienzo
su piel que, en mi alma, yace sentenciada.

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