Hace mucho que no me detenía a pensar las causas por las que uno decide fumar – sea lo que sea- y después arrepentirse, por muy pequeña que sea la causa, de las consecuencias de los vicios y las adicciones.
La Marihuana ha causado en mi demasiada relajación que antes parecía exaltación inmediata, principalmente en la cama, donde las relaciones suculentas del fornicar te ponen a prueba.
Hacía mucho que no me sentía así, quizás porque la fumé en solitario, sin la remota idea de que me relajaría tanto que no podría responder.
He llegado a casa, a escribir esto, a lo que titulé voluntad, puesto que al sentarme a encender el ordenador sentí una energía tal que yo mismo me la transmití en el corazón y me vino a la mente que deseo paz… Paz a los hombres de buena voluntad… Y voluntad, haciendo un recuento de lo que ha sido mi vida, voluntad, es de lo que carezco.
21 de junio del 2011
18:45 PM
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