¿Con quién?
¿A qué quedarme?
TEN MUCHO CUIDADO CON LO QUE PRUEBAS EN MI DULCERÍA, PORQUE TE PODRÍAS INTOXICAR.
Parece haberse detenido el tiempo,
Cada minuto, mi dulce exaltación,
Proveniente de la extraña excitación
Que se expulsa, cruel, con temperamento.
¡Hay de mi holocausto en cada momento!
Dulce penar de mi eterna fantasía,
Daño cerebral te brinda alevosía
En el dulce penar del firmamento.
Evades mi pregunta, pensamiento:
¿Cómo es que todavía amo a la que lloro
Si olvidarla es lo que yo más imploro?
Brinda pues mi ser traviesa ternura,
Envuelto en el fulgor de la locura,
Locura que odio y que a la vez adoro.
Hace mucho que no me detenía a pensar las causas por las que uno decide fumar – sea lo que sea- y después arrepentirse, por muy pequeña que sea la causa, de las consecuencias de los vicios y las adicciones.
La Marihuana ha causado en mi demasiada relajación que antes parecía exaltación inmediata, principalmente en la cama, donde las relaciones suculentas del fornicar te ponen a prueba.
Hacía mucho que no me sentía así, quizás porque la fumé en solitario, sin la remota idea de que me relajaría tanto que no podría responder.
He llegado a casa, a escribir esto, a lo que titulé voluntad, puesto que al sentarme a encender el ordenador sentí una energía tal que yo mismo me la transmití en el corazón y me vino a la mente que deseo paz… Paz a los hombres de buena voluntad… Y voluntad, haciendo un recuento de lo que ha sido mi vida, voluntad, es de lo que carezco.
21 de junio del 2011
18:45 PM