¿A donde voy, invisible,
como un fantasma que pena?
¡Qué larga y dura condena!
¡Mi
alma vaga, tangible!
Es crueldad irreversible
la que emana el sentimiento
de mi triste descontento:
Mi sombra está eternizada
penando
entre olvido y nada,
perpetuando mi tormento.
Vuelto una aparición fundo
la sombra del amanecer
y busco desaparecer
en los confines del mundo
tornándome vagabundo,
ánima, espectro, espíritu.
Oh, soledad, con ímpetu,
es que invisible me tornas.
De noche y tiniebla formas
infiernos de mi espíritu.
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