Es por medio de inercia que
juzgo mi propio anatema:
el que causa la condena
de mi soledad y muerte.
Mi ser, rodeado de peste,
se hunde en un gran vacío
por saciar lo insaciable
¡Qué vicio tan despreciable!
¡Qué vicio tan despreciable!
el de vivir lleno de hastío
Auh creo que me dolió la descalabrada también ...
ResponderEliminarsomos insaciables ...
si estamos tristes queremos ser los mas tristes hasta la muerte...
si somos felices queremos locura de felicidad...
Si estamos locos queremos la demencia ... en fin
ME ENCANTO COMO SIEMPRE